4 de abril de 2011

a propósito de "Levántate, Sisi. Parte 7"

Sisi se levanta del inodoro para pasar al bidet. En el camino resbala una mano en un borde, y el cuerpo se le desbanda sin control. La sien da de lleno en la bañadera, y la cara rebota contra el piso. Un hilo de sangre sigue el desnivel, en busca del desagüe. La puerta entreabierta deja colar el chillido de un tango en la radio y el aviso de la pava de que el agua hirvió hace rato.
Sisi no se mueve. La sangre corre y rodea al mate que hace instantes estaba en su mano. Sisi abre un ojo, como puede levanta un brazo y se toca la herida. A duras penas se pone de pie, para volver al bidet, y lavar sus culpas.