26 de abril de 2011

a propósito de "Nudos en el pañuelo"

Hace sólo cinco minutos estuvo pensando en qué hizo 5 minutos atrás. Ayer, a esta misma hora, trataba de recordar qué había hecho el día anterior. Siempre que intentaba una consulta a su memoria, le surgían sólo imágenes borrosas. Decidió tomar un café para aclarar las ideas. Entró al primer bar que se le cruzó, llamó al mozo, y cuando éste vino, vio en su cara un rostro familiar.
- ¡Qué tal! – le gritó – ¡Yo soy Miguel!
- Si – contestó cortante el mozo- ya lo sé.

2 comentarios:

  1. Ojo! que por andar riendo no se le vayan a olvidar las cosas... como poner su nombre!!!

    ResponderEliminar