5 de mayo de 2011

a propósito de "La visita"

Hola, no te esperaba. No, tampoco yo. ¿Todo bien? Hace mucho no sé de vos. Todo bien, supongo. Ya sabés que me incomoda un poco esa pregunta. No que me la hagas, sino la pregunta. Si, ya sé: una forma de mierda de decir algo cuando no sabés qué. Si, eso. ¿Querés pasar? No, está bien. Seguro no estás sola. Contáme, ¿para qué viniste? Sólo vine, quería saber de vos, verte, hablar con vos, y viste que los teléfonos… Si, una forma de mierda de buscar tema de charla para no cortar. Si, eso mismo. ¿Y por qué querías verme o saber de mí? Digo, ahora. Porque sí. ¿Así nada más? Sí, así nada más. Bueno, pasa entonces. No, está bien así. ¿Vamos con lo mismo de siempre? No. ¿Entonces? Yo a vos te amo, y lo sabés. Sí, lo sé. Lo nuestro pasa por otro lado, ya lo hablamos. Está bien, pero vos elegís no estar conmigo a pesar de decir que sentís lo que sentís. Sí, es así. Repito ¿Entonces? Nada, Juli, sólo necesitaba verte y hablarte. ¡Pero no estás diciendo nada, Lore! Juli... estoy embarazada. 

4 comentarios:

  1. sos un groso turco... creo haber escuchado un par de veces y de historias de las que se escriben aca... ahora solo falta q escribas la historia del chorizo dentro de el morron... jeje... saludos vegetariano q en algun momento de la vida universitaria puso sobre la mesa $5 para comprar mortadela!!!

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  2. Hay historias de estas y de las otras por todos lados, Anónimo... por todos lados suena un Chan-Chan!!

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