5 de marzo de 2011

a propósito de "Levántate, Sisi. Parte 2"


El amor ojos celestes se preocupa cuando Sisi jadea mientras duerme. Tiene miedo de que un día no despierte a tiempo, y siga jadeando para siempre. El amor ojos celestes aprendió a calmar a Sisi, colocándole su mano en la frente, y susurrándole al oído que todo estaría bien, que nada le pasaría y que al día siguiente podría volver a empezar. Pero Sisi vuelve una y otra vez a jadear en sus sueños. El amor ojos celestes lo mira con miedo y dolor en cada ocasión, sabiendo que Sisi podría estar en ese mismo momento escapando de su propia muerte, o de sí mismo. Siempre vuelve a suplicar por la tranquilidad de Sisi, porque sabe que con sus manos podría batir a la muerte que lo persigue, pero nunca podría salvarlo de sí mismo.